MARY CELESTE
Mary Celeste ( el barco misterioso )
Allá por
el año 1861 se terminó de construir en un muelle escocés un barco,
bergantín para más señas por contar con velas cuadradas en sus dos
mástiles, al que se bautizó como Amazon.
Pero se ve que nació ya con mal pie, (o mal ancla, según se mire),
porque sufrió varios accidentes, de poco calibre eso si, en poco tiempo y
cambió de propietario, (el primero murió antes de hacerse en él a la
mar y el segundo durante la primera travesía), y de nombre, varias
veces.
En 1972, bajo el nombre de Mary Celeste, emprendió la travesía desde
Nueva York hasta Génova con unos 1.700 barriles de alcohol como
cargamento en sus bodegas. Esto ocurría el 7 de noviembre…
Casi un mes después, el 5 de diciembre, desde el Dei Gratia lo avistaron
navegando en solitario por el océano Atlántico, cerca de la isla de
Madeira, sin ni un solo miembro de la tripulación a bordo, y se
acercaron. Cuando por fin se consiguió acceder a él se comprobó que
nadie lo dirigía, pero, eso si, lo que transportaba y estaba en su
sitio, no había sido tocado por nadie. Lo único que faltaba era un bote
salvavidas, el cuaderno de bitácora y algunos instrumentos de
navegación. Pero sí que estaba la ropa en los armarios y el diario del
capitán en su camarote, siendo la última página escrita el día 24 de
noviembre. Todo estaba ordenado y un silencio inquietante lo envolvía
todo.
Se descartó entonces la hipótesis de que hubiera sido asaltado por
piratas. Ahora bien, ¿qué otra cosa podía haber ocurrido?, ¿qué había
llevado a la tripulación y acompañantes a huir a mar abierto y dejar
atrás el barco?.
El Mary Celeste fue remolcado hasta un puerto de Gibraltar y allí se
investigó el caso, pero nunca se llegó a saber exactamente qué ocurrió.
Entre las teorías que rondaron entre los investigadores está la de que
el capitán, temiendo que el alcohol explotara en un momento determinado,
decidiera abandonar la nave. Otra algo más macabra cuenta que puede ser
que parte de la tripulación se emborrachara y asesinara no sólo al
capitán, sino también a su mujer y su hija pequeña, (que viajaban
también en el Mary Celeste), y después pretendieran huir de la justicia.
Claro que también hubo quien defendió que todo pudo ser por culpa de
algún gigantesco monstruo marino.
Los años pasaron y el Mary Celeste, (de nuevo cambiando de dueño cada
cierto tiempo), terminó siendo estrellado contra un arrecife de coral en
la isla de Haití. Su dueño de ese momento pretendía cobrar el seguro
correspondiente y declaró que llevaba un cargamento muy valioso que
había perdido con el naufragio. Pero el Mary Celeste, quizás intentando
no tener un final tan poco digno después de haber sido el centro de
todas las miradas, no se hundió por completo y se pudo comprobar que
sólo llevaba en las bodegas comida para gatos y botas de goma,
declarándose la actuación del último dueño como intento claro de fraude.
En el año 2001 se encontraron los restos del misterioso Mary Celeste entre los bellos arrecifes de coral.
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