CIBERSEGURIDAD
La biometría, una apuesta por la seguridad
La biometría es una tecnología que sirve para la identificación de personas, y cada vez está más presente en nuestras vidas.
La biometría se basa en el reconocimiento de una característica física del ser humano que resulte única, inimitable e intransferible. Las más conocidas son la huella dactilar, el reconocimiento facial y la lectura de iris. La biometría supone un gran avance en muchos aspectos de la sociedad moderna. Entre otros campos, destaca su aplicación en el ámbito de la seguridad, ya que en el mundo actual la preocupación por proteger nuestro hogar y nuestros sistemas informáticos ha ido in crescendo, hasta llegar a formar parte fundamental en nuestra vida cotidiana.
Apple se convirtió en pionera, al incorporar en su iPhone 5S el desbloqueo por huella dactilar, no tardaron mucho en seguirle otros fabricantes de móvil como Samsung. Con la presentación de su iPhone X ha vuelto a ir un paso por delante, instaurando en sus terminales el desbloqueo a través del reconocimiento facial (Face ID). Lo presentaron como un auténtico logro, y como la opción más segura de desbloqueo, muy por encima de su anterior sistema de huella dactilar. Un sistema capaz de reconocer nuestro rostro entre millones de personas diferentes, aseguran.
El sistema de lectura de huella dactilar es una de las primeras técnicas biométricas, y a día de hoy la más extendida, debido en gran parte a que su uso resulta muy sencillo y preciso, puesto que no existen dos huellas iguales. Este sistema biométrico se lo debemos en gran parte al científico Francis Galton, que en 1892 determinó que era posible identificar a las personas a través de sus huellas, estableciendo los diferentes patrones de huellas que clasificó en 8 categorías. Su teoría fue toda una revolución y dio lugar a la ciencia que se conoce como dactiloscopia.
La biometría permite controlar el acceso a nuestro hogar o a lugares restringidos a través de una clave que cuenta con la extraordinaria ventaja de ser única e inimitable. Uno de los sistemas que más se está instaurando en hogares y en otros lugares de acceso publico es la cerradura inteligente. A diferencia de lo que ocurre con una cerradura normal, la “llave” resulta imposible de falsificar, copiar o perder ya que es nuestra propia huella dactilar.
Para comenzar a usar una cerradura biométrica, el usuario sólo tendrá que previamente llevar a cabo un sistema de registro de los parámetros biométricos necesarios para su posterior autentificación.
Con este nuevo método de apertura, se evitan muchos riesgos que pueden suceder con la cerradura clásica. Ya no existe posibilidad de perdida o olvido de una llave ya que nuestra huella dactilar nos acompaña en todo momento. Resulta también una buena opción para sustituir al acceso por código numérico, ya que no es difícil que nuestra memoria nos juegue una mala pasada y olvidemos la contraseña de entrada.
La biometría, debido en gran parte al uso de los smartphones, se ha popularizado enormemente y está cada vez más instaurada en nuestro día a día. Debido a la fiabilidad y seguridad que ofrece lo más probable es que no tengan que transcurrir muchos años para ver su expansión en diferentes sectores.
¿Pero qué pasaría si pudieran copiar la huella dactilar?
Es relativamente facil. No lo pongo, para no dar ideas.
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