BIOGRAFIA DE JOSEP TRUETA
(Josep
Trueta i Raspall; Barcelona, 1897 - 1977) Médico y cirujano español. Formado en
la Universidad de Barcelona, en 1935 fue nombrado director de los servicios de
cirugía del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Durante la guerra civil española
(1936-1939) perfeccionó los métodos de tratamiento de las infecciones óseas,
desarrollando el "método Trueta", que recogió en el libro El
tratamiento actual de las fracturas de guerra, consistente en el lavado con
abundante agua y jabón, la escisión y extracción de todos los tejidos dañados y
el drenaje e inmovilización del miembro en un vendaje de yeso, gracias al cual
miles de heridos se salvaron de sufrir amputaciones. En 1939, tras finalizar la
contienda, se exilió a Gran Bretaña, donde colaboró con médicos militares
británicos durante la Segunda Guerra Mundial. Desde 1949 a 1965 fue catedrático
de Traumatología y Ortopedia de la Universidad de Oxford, en la que llevó a
cabo importantes trabajos sobre la patología de las lesiones por compresión, la
circulación renal y la formación y crecimiento de los huesos. Tras jubilarse
como profesor regresó a España, estableciéndose en Barcelona.
Josep Trueta Licenciado
en Medicina por la Universidad de Barcelona, Josep Trueta se doctoró en 1922 e
inició su carrera profesional en el Hospital de Sant Pau de Barcelona como
cirujano ayudante del doctor Manuel Corachán. Las largas horas de práctica le
llevaron a interesarse por los métodos de tratamiento de las lesiones
producidas por accidentes laborales, para las que se requería una intervención
inmediata y, con frecuencia, en el mismo lugar del percance, tal como había
podido comprobar al acompañar a su padre, médico también, mientras cursaba sus
estudios. Fruto de esa preocupación fue uno de sus primeros trabajos teóricos, Autohemoteràpia
en les complicacions broncopulmonars postoperatòries, aparecido en 1927 en
los anales del hospital y escrito en colaboración con los doctores Corachán y
Pi Figueres.
Su pericia y
capacidad de trabajo le llevaron, ya en 1923, a ingresar en la Sociedad de
Cirugía de Barcelona, y a ser considerado uno de los profesionales más
prometedores de su tiempo. En 1929 abandonó su puesto de cirujano auxiliar para
desempeñar el cargo de cirujano jefe en la Caixa de Pensió i Socors, donde
comenzó a desarrollar un procedimiento para tratar las fracturas abiertas,
mejorado posteriormente durante la Guerra Civil (1936-1939), y que expuso en
los trabajos Els casos de simulació en els accidents de treball (1934) y
El tratamiento actual de las fracturas de guerra (1938), que gozaron de
gran difusión y le granjearon el reconocimiento internacional.
El “método
Trueta”, presentado en 1934, se basaba en un programa de cinco fases:
tratamiento quirúrgico inmediato, limpieza de la herida, escisión, drenaje e
inmovilización con un vendaje de escayola. Aunque su propuesta no contó con el
interés de sus colegas, quienes la consideraban demasiado peligrosa, acabó por
ser aceptada hacia 1936, después de haberse comprobado los excelentes
resultados que daba. La técnica fue de gran utilidad entre 1936 y 1939 para
tratar a las víctimas de los bombardeos, ya que evitó un gran número de
mutilaciones y muertes por gangrena.
La caída de
Barcelona y el final de la Guerra Civil obligaron a Josep Trueta a exiliarse en
Perpiñán (Francia), donde, por mediación de dos médicos ingleses, recibió una
invitación del Foreign Office británico para viajar a Oxford (Reino Unido) y
dar a conocer sus métodos de intervención urgente. En 1940 se incorporó a la
plantilla del Wingfield-Morris Hospital como consejero del Ministerio de
Sanidad británico e ingresó en la Royal Society of Medicine de Londres. Formó
parte asimismo del Consell Nacional de Catalunya, constituido en el exilio y en
cuyo apoyo escribió la monografía The spirit of Catalonia (1941).
La II Guerra
Mundial (1939-1945) lo obligó a trabajar con el mismo tesón que había
demostrado en Barcelona y, tras la marcha al frente del cirujano jefe de la
Radcliffe Infirmary de Oxford, Trueta se convirtió en el responsable del
servicio de accidentes. En 1943 recibió el grado de doctor honoris causa
por la Universidad de Oxford en reconocimiento a su labor como investigador y
cirujano. Terminada la contienda, compaginó su labor docente como catedrático
de Traumatología y Ortopedia de la Universidad de Oxford (cargo que ocupó hasta
su jubilación en 1965) con su trabajo en el Wingfield-Morris Orthopaedic
Hospital, bajo cuya dirección se convirtió en uno de los centros médicos de
investigación y desarrollo más importantes del mundo.
Sus
aportaciones al progreso de la ciencia médica son sobresalientes. Autor de
veinte monografías y más de doscientos artículos, su atención por la mejora de
las técnicas quirúrgicas no le impidió centrarse en otras áreas de estudio,
como el desarrollo del tejido óseo, el tratamiento de la poliomielitis o el
descubrimiento de la doble circulación renal, que ha permitido salvar a muchos
pacientes de la muerte por uricemia.
Alternó
además su actividad médica con la política, participando en las emisiones en
catalán que la British Broadcasting Corporation (BBC) realizó entre 1947 y
1957, y en la gestión y promoción de la Anglo-Catalan Society. Su actitud contraria
al régimen del general Franco fue la causa del desinterés oficial en España por
su labor durante las décadas de 1940 y 1950. No obstante, su prestigio
internacional era tan grande que las autoridades españolas no se oponían a su
retorno, y, tras su regreso a Barcelona en 1967, recibió apoyó para continuar
sus investigaciones sobre la génesis del tejido óseo.
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