ÚTERO ARTIFICIAL
Desarrollan un útero artificial para bebés prematuros
El útero, probado en corderos, podría ayudar a los bebés que nacen muy prematuros.
Un porcentaje considerable de bebés (0,5% según la OMS) nace de forma muy prematura, esto es, alrededor de las 24 semanas de gestación. Sus órganos aún no han terminado de formarse y la tasa de supervivencia es exigua. Ahora, un equipo de científicos del Hospital Infantil de Filadelfia (EE. UU.) parece haber dado con la solución.
Un útero artificial diseñado para ayudar a los bebés prematuros ha demostrado ser por primera vez un rotundo éxito en animales (corderos), en un avance que podría transformar las vidas de los recién nacidos más frágiles.El dispositivo, que se ha probado en 6 corderos con un equivalente de gestación humana de 23 semanas, ha resultado ser eficaz para mantener vivos y potenciar el desarrollo restante de los pequeños durante las 4 semanas siguientes tras su nacimiento.
Los científicos afirman que este innovador dispositivo podría mejorar radicalmente los resultados para los bebés nacidos tan prematuramente y que no pueden respirar, alimentarse o luchar contra la infección sin ayuda médica. Y es que los bebés suelen pesar menos de 500 gramos, tienen sellados los párpados aún y su color es rosado dado que su piel aún es finísima y la sangre se muestra a través de ella.
El sistema podría actuar como puente necesario entre el vientre de la madre y el mundo exterior para los bebés nacidos entre las 23 y las 28 semanas de gestación:
"Si podemos apoyar el crecimiento y la maduración del órgano durante solo unas pocas semanas, podemos mejorar dramáticamente los resultados de los bebés extremadamente prematuros".
Afirma Alan Flake, líder del trabajo.
Los científicos ya han puesto el dispositivo en manos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) de cara a su uso masivo y predicen que este sistema podría empezar a usarse dentro de 3 años.
¿Cómo funciona el útero artificial?
El útero consiste en una bolsa de plástico cerrada (biobag) envuelta en un fluido muy similar al líquido amniótico -con nutrientes y compuestos químicos diseñados para estimular el crecimiento- que se renueva continuamente; el oxígeno por otra parte, llega al bebé con un aparato conectado al útero que actúa como placenta. Unas cánulas conectadas al cordón umbilical transportan la sangre al dispositivo oxigenador, gracias a los latidos del corazón del prematuro.
El estudio ha sido publicado en la revista Nature Communications.
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