ISLA PALMERSTON: NUEVA ZELANDA
Palmerston, la remota isla del pacifico
Situada a 2 días en barco de Avarua,
la capital de las Islas Cook, Palmerston cuenta con los idílicos
paisajes que se esperan de una isla del pacífico sur y además la curiosa relación de parentesco que guardan sus 60 habitantes.
El archipiélago de Palmerston es en realidad un atolón formado por un arrecife de coral compuesto por 7 islas,
de las cuales tan solo una (Isla de Palmerston) está habitada. Su
historia se remonta al año 1774, cuando el navegante y explorador
británico James Cook las descubrió y reclamó para el imperio británico.
Actualmente las Islas Cook están consideradas como un estado libre
asociado a Nueva Zelanda.
Los primeros habitantes de la isla de
Palmerston pudieron existir antes de la llegada de Cook, al encontrarse
en su momento con algunas tumbas.
El primer asentamiento desde entonces podría haberse establecido el 8 de Julio de 1863,
cuando William Marsters, un carpintero británico del condado de
Leicestershire (Reino Unido), arribó a la isla procedente de Manuae
junto a su mujer, hija de uno de los jefes del atolón Penrhyn y una
prima de esta. Marsters había sido designado cuidador de la isla por Jhon Brander, un comerciante de Tahití para el cual debía producir aceite de coco en Palmerston.
Durante los 6 primeros años de vida en la isla, Marsters plantó cientos de cocoteros para extraer el aceite
que los barcos de Brander pasaban a recoger regularmente. A pesar de
las limitaciones de la isla formó una gran familia con su mujer, con la
que tendría 9 hijos, lo que representa tan solo una pequeña parte de su
descendencia. Con el paso de los años las escalas de los comerciantes
comenzarían a dilatarse en el tiempo, dejando a Marsters en el olvido
por periodos de dos o tres años, hasta que en 1878, debido a la muerte
de Brander, los barcos dejaron de recalar en Palmerston. Marsters se casaría en 3 ocasiones más, con dos primas de su primera esposa y con una cuarta mujer.
Se dice que llegó a tener un total de 23 hijos, la remota localización
de la isla, hizo el resto. Desgracidamente la endogamia era una
particularidad desconocida por sus habitantes, lo que provocó que muchos
niños nacieran con problemas.
Hacia el año 1898 una terrible plaga terminó con la producción de los cocoteros
y tan solo unos meses más tarde, Marsters moría víctima de la
desnutrición. Los 50 habitantes que restaban, lograron subsistir gracias
a la ayuda de un velero americano que arribó en 1900, y transmitió el
crítico estado de sus gentes a las autoridades de Rarotonga.
La isla de Palmerston no fue correctamente ubicada en los mapas hasta 1969
y aún a día de hoy reciben solo dos barcos de aprovisionamiento al año.
A pesar de contar con electricidad, son pocas las comodidades de las
que disponen sus habitantes, que viven principalmente de la pesca.
Afortunadamente hace poco cuentan con una estación de comunicaciones que
les permite estar en contacto telefónico con el mundo exterior e
incluso disponen de conexión a internet durante cuatro horas al día, lo
que no influye en la tranquila vida cotidiana de sus gentes.
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