MISTERIOSA DESAPARICIÓN DE GLENN MILLER

¿Cómo murió realmente Glenn Miller?
 
 
Desde que el 15 de diciembre de 1944 el avión militar en que viajaba el director de orquesta Glenn Miller desapareció en un vuelo de Inglaterra a Francia, han surgido numerosas teorías acerca de la suerte que corrió el músico. Es un misterio que todavía hoy intriga a millones de amantes del jazz.
 
Miller tenía cuarenta años y estaba en la cúspide de su carrera cuando desapareció. El sonido inconfundible de su big-band, su gran banda de jazz, acumulaba enormes éxitos y había conseguido popularizar canciones como Serenata a la luz de la luna, Patrulla americana o Collar de perlas. La fama de Miller se extendía por todo el mundo y la banda comenzó muy pronto a ganar más de un millón de dólares al año.
 
La entrada de Estados Unidos de América en la Segunda Guerra Mundial condujo al alistamiento de Miller en el ejército; primero fue capitán y luego fue ascendido a mayor; su labor consistía en dirigir la Banda de la Fuerza Aérea en gira por Europa. Éste era su trabajo, en el curso del cual tuvo que viajar a París para preparar una emisión de radio de Navidad (aunque ese tipo de tarea quedaba, por lo general, a cargo del manager de la Banda).
 
A pesar de que le advirtieron que había neblina, Miller despegó a bordo de un avión monomotor Norseman D-64, en el campo de Twinwoods, Bedfordshire; con él viajaban el piloto y otro oficial norteamericano. Nadie volvió a ver ni el avión ni a sus ocupantes. A pesar de las incesantes búsquedas, nunca se encontraron los restos del accidente ni los cadáveres de Miller y los dos ocupantes.
 
La teoría más ampliamente aceptada en aquella época, consiste en que la liviana aeronave se cubrió de hielo y se precipitó al Canal de la Mancha, donde murieron ahogados sus ocupantes, atrapados dentro. Pero hay muchos que se niegan en redondo a aceptar esta versión oficial y aparentemente lógica de los hechos; y en la misma medida que el nombre y la música de Glenn Miller se han mantenido vigentes en todo el mundo, su desaparición se ha ido convirtiendo en objeto de las más diversas y extrañas teorías.
 
Una de las más sorprendentes versiones provinó de quien se jactaba de ser el más devoto admirador de Miller de todos los tiempos. Se trataba de un empresario inglés y expiloto de la RAF, John Edwards, que dedicó unas l0.000 libras al intento de resolver el misterio que rodea la muerte de Miller. Una de las afirmaciones de Edwards indica que Miller no estaba a bordo del avión Norseman que se estrelló sobre el Canal de la Mancha. Afirmaba poseer pruebas según las cuales el músico americano fue asesinado en París tres días después de la desaparición de la aeronave. Edwards creía que Miller, conocido mujeriego, murió de una fractura de cráneo en Pigalle, que entonces era un nido de prostitutas y de criminales. Las autoridades habrían ocultado este escándalo aduciendo que Miller se encontraba a bordo del avión perdido. Edwards cuentaba con el testimonio de un hombre que pretende haber visto aterrizar a Miller, sano y salvo, en el Norseman, que se habría limitado a realizar un corto vuelo hasta el campo de aviación de Borringdon, Hertfordshire, antes de regresar a su punto de partida en el aeropuerto de Twinwoods. Después, dice el testigo, Miller cambió de avión; subió a un Dakota y despegó de nuevo. El Dakota, según el testimonio recogido por Edwards, llegó a París sin novedad.
 
 
 
Edwards defendía su teoría acerca de un encubrimiento oficial sobre las circunstancias en que mudó Miller argumentando que las autoridades nunca realizaron una investigación exhaustiva del caso. Refería: «He encontrado grandes dificultades para resolver este misterio; me dijeron que los registros oficiales del accidente habían sido quemados. Los otros relatos, como por ejemplo el informe acerca de quiénes integraban la tripulación, resultan inexplicablemente vagos. Incluso los datos sobre las condiciones del tiempo imperantes se han catalogado como desconocidos.» «Pero los fragmentos de información que he conseguido recoger a través de los años han terminado finalmente por encajar. He conseguido la prueba de que un médico militar norteamericano firmó en París el certificado de defunción de Miller. Hay un teniente coronel de las fuerzas aéreas de Estados Unidos de América, ya retirado, que recibió en el departamento de policía de París, de boca del jefe de seguridad de las tropas norteamericanas acantonadas en Francia, la información de que Miller había sido asesinado en París.
 
En los años posteriores, se han propuesto innumerables teorías acerca del destino de Glenn Miller. Una de ellas dice que el músico era en realidad un espía, encargado de una misión ultrasecreta que fracasó. Otra supone que El mayor Glenn Miller dando consejos a un soldado norteameñcano
 
Miller salió terriblemente mutilado del accidente de aviación y prefirió vivir desde entonces en el anonimato. Una tercera indica que enfermó de amnesia; la cuarta, que el avión en que viajaba Miller fue derribado por error por un caza británico sobre el Canal de Suez. Las teorías se suceden ininterrumpidamente.
 
Numerosos restos de aviones de la época de la guerra han sido descubiertos en el canal en el curso de los últimos años. Cada hallazgo alimentó la esperanza de que por fin apareciera el Norseman que podría aportar las respuestas para las preguntas que plantea la desaparición de Miller. Pero los restos del avión no han sido descubiertos todavía.
 
Por lo tanto, las circunstancias en que se produjo la muerte de ese hombre, que hizo tararear al mundo entero los éxitos de su orquesta, siguen siendo el centro de una controversia.
 
Pero existen algunas personas para las cuales el intento de resolver el misterio tiene un aliciente muy especial.
 
Se cree que, cuando el célebre director de orquesta dejó Inglaterra, llevaba consigo un portafolio, lleno de partituras que su orquesta no había estrenado todavía. Cualquiera que hallase intactas esas partituras de Glenn Miller se hará ciertamente rico.
 
 
 
 

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